jueves, 20 de octubre de 2011


Interlocutor: Entonces, ¿el pasado no es más que un pensamiento que surge ahora, en el presente? Cuando piensas en algo que sucedió hace diez años, ¿es sólo un pensamiento que surge en el presente?

Jeff Foster: Sí.

I: Y si no piensas en algo de “hace diez años”, entonces ese “hace diez años” ya no existe.

J F: Exacto: “Hace diez años” sólo existe cuando piensas en ello. Eso lo saben los niños, ellos lo pueden ver.

I: Entonces, lo que sucede aquí, ahora, es lo único que existe.

J F: Eso es.

Jeff Foster

(La revelación de la Unidad, editorial Trompa de elefante)

jueves, 6 de octubre de 2011

¿Dónde está ese pasado ahora?





¿Podría decirse que, si se elimina el pasado y el futuro, no existes?

El pasado y el futuro no son más que meros pensamientos: no pueden ser nada más. Pero parecen muy reales. Aquí no se trata de negar ni el pasado ni el futuro: ¡no hace falta deshacerse de nuestro pasado y de nuestro futuro!

De acuerdo, entonces no hay ni pasado ni futuro. Pero, hace dos minutos estábamos aquí y, si mi madre me llama por teléfono desde India, puedo descolgar y hablar con ella; es decir, que el tiempo sí parece que existe.

Sí, parece existir. Repito: ésa es la paradoja de Esto, que lo intemporal da la sensación de ser tiempo. Parece que existe el pasado y parece que existe un relato de esta vida pero ¿dónde está ese pasado ahora? Ahora, ese pasado sólo puede ser un pensamiento, un recuerdo que surge en Esto, que surge en la presencia. Esa presencia es, realmente, lo que tú eres: ese espacio abierto que permite que todo exista, es decir, que todo esto está sucediendo ahora.

Esto no implica ningún esfuerzo. Más allá del esfuerzo y del no esfuerzo, lo que sucede en este momento ya nos está siendo ofrecido: por tanto, es un regalo. ¡Es algo que salta a la vista pero nosotros tendemos a creer que ha de existir un futuro para poder “alcanzar” Esto!

Ahora bien, si tu madre te llama durante la reunión, ¿te importaría salir de la sala, por favor? (Todos ríen)

Jeff Foster

domingo, 2 de octubre de 2011

NUNCA SUCEDE NADA

Nunca sucede nada. Todo discurre por delante de nuestros ojos y nada perdura. Instante tras instante no se construye nada ni queda ningún residuo. Cadaa momento aparece un mundo completamente nuevo y cualquier semejanza con el mundo anterior no es más que una ilusión que da origen a la idea de permanencia, a la idea de que existe alguna entidad que perdura desde el pasado hasta el futuro. Pero aquí no existe tal entidad, sólo el discurrir de los contenidos a través de la consciencia ahora, ahora y también ahora, una consciencia que es idéntica a sus contenidos.

Nunca sucede nada. "Que algo suceda" es una mera historia, un relato que aparece ahora, una historia que nadie cuenta, un cuento lleno de ruido y de furia que no significa absolutamente nada.

Esto es todo: chispazos de color, estallidos de sonido, sensaciones pasajeras, cambios de temperatura y olores que llegan a las fosas nasales. Sólo esto y nada más. Sólo esto... y nadie a quien mostrarlo.

La vida, como arena que se escurre de nuestras manos, no puede ser apresada. De hecho, cuanto más nos esforzamois en apresarla, menos "vivos" estamos.

Pero, en realidad, jamás podemos estar más vivos o menos vivos. Somos vida y todo lo que hacemos y dejamos de hacer siempre es una expresión perfecta de la vida, de la Unidad.

No hay modo alguno de escapar de esto. No hay ningún modo.

Jeff Foster

miércoles, 31 de agosto de 2011

El teatro de la vida


¿No es falso, cuando alguien te pregunta cómo te llamas, responder "Jeff" si, en... realidad, ahí no hay nadie?

¿Acaso, cuando vas al teatro, se te ocurre acusar al actor de que está mintiendo? El actor desempeña sincera y verdaderamente el papel de rey, del más pobre de los pobres o del buscador espiritual. Y, del mismo modo, Jeff también desempeña el papel de Jeff. Por esto, cuando, en medio de la representación,le preguntan: "¿Quién eres?" y responde: "Jeff", está siendo absolutamente sincero, Jeff es nadie jugando a serlo todo, nadie jugando a ser alguien. En la liberación, alguien y nadie dejan de ser dos y se revelan como conceptos dualistas y acaban sencillamente disolviéndose en la maravilla del despliegue de todo lo que ocurre.

No hay, pues, cuando alguien te pregunta: "¿Cómo te llamas?", el menor problema en responder: "Jeff", porque esto ha dejado de estar en guerra con el mundo.

Y así es como prosigue el juego.

Jeff Foster

martes, 15 de febrero de 2011

Diálogo 1.6.6


Mira, esto funciona así: “¡Hola Tom! ¿Qué tal?”. Pero, en realidad, no hay ningún Tom ni ningún “yo” distinto de Tom. Aun así, la vida sigue, y Tom y yo disfrutamos mucho de nuestra conversación. No hay por qué negar nada: la auténtica espiritualidad es la vida cotidiana tal y como es. ¡Qué maravillosamente corriente! ¡Y qué absolutamente extraordinaria! El milagro en una simple conversación. Si de verdad nos diéramos cuenta de este milagro, no buscaríamos nada más porque nos bastaría con la vida cotidiana. Y el secreto está en que, obviamente, con eso basta.
Por tanto, claro que existe la idea de la separación, pero en el fondo no es más que eso: una idea.

lunes, 7 de febrero de 2011

Diálogo 1.6.5


A nivel práctico, uno sigue relacionándose con la gente de forma completamente normal. A nivel práctico, siguen existiendo dos cuerpos, uno aquí y otro ahí. Puedo seguir dirigiéndome a ti como si fueras una persona distinta de mí, y ése es el gran misterio, la paradoja divina: ¡no existe ni un tú ni un yo –en el sentido de que no existen dos entidades reales distintas entre sí- pero, aparentemente, hay un tú y hay un yo! No hay por qué rechazar el juego del “tú y yo”, no hay por qué rechazar nuestra condición de ser humano. Basta con percibirla. Percibirla en toda su claridad es acabar con ella.

lunes, 31 de enero de 2011

Diálogo 1.6.4


Además, verlo todo como “no aislado” es sólo otro pensamiento, una creencia más, lo cual quiere decir que cuando alguien viene a pedirme ayuda la dualidad es un espejismo –si queremos llamarlo así-, pero eso no evita que los conceptos de “tú” y “yo” sigan brotando, y no hay por qué negarlos ni rechazarlos. El concepto de separación está bien tal y como está, pero verlo justamente como eso, simplemente como un concepto, como una apariencia, es lo que podríamos denominar libertad. Ver la dualidad con claridad significa dejar de estar atrapado en ella.

miércoles, 26 de enero de 2011

Diálogo 1.6.3


Lo que pasa es que nosotros no conseguimos oírlos porque lo que intentamos es acoplar sus palabras a cierto tipo de marco conceptual. Pero aquí no hay marco que valga, sino una absoluta libertad que desmonta todos los marcos, desmonta todos los sistemas de creencias y lo único que queda entonces es presencia.

domingo, 16 de enero de 2011

Diálogo 1.6.2


De hecho, podemos jugar con la dualidad sin tener que creérnosla, y así es como la vida vuelve a resultar deliciosa: verlo todo como un juego cósmico, como una representación teatral. No negar la dualidad sino abrazarla. El nirvana es samsara. Esta vida cotidiana es la iluminación, es el reino de los cielos. Eso era lo que nos estaba diciendo Jesús y también Buda, igual que todos los santos y sabios.

viernes, 14 de enero de 2011

Diálogo 1.6.1


¿Estas enseñanzas que ofreces no implican que eres un ser con una existencia distinta a la de la gente a quien enseñas? ¿No se supone que eres “no-dualista”? ¿No está implicita la dualidad en esta separación?

Mira, el mismo hecho de estar conversando así, el uno con el otro, implica cierto tipo de división: hay un alguien que está hablando con otro alguien. Para vivir con cordura e inteligencia en este mundo tenemos que servirnos de la idea de separación. Tenemos que utilizar el lenguaje –lo cual implica separación- para comprar una barra de pan o para preguntar cómo se llega al cine.

sábado, 8 de enero de 2011

Diálogo 1.5.13


No necesitas ninguna teoría sobre cómo organizar tu vida, sobre si las cosas suceden con o sin creencias, con o sin control. Todo eso son cuentos, pensamientos, historias. Sencillamente, regresa a lo que existe, a lo que está sucediendo justo en este mismo instante. No necesitas nada más. No necesitas ninguna otra práctica espiritual. Este momento es lo único que existe. Este momento es la respuesta. Cualquier pregunta implica que necesitas un futuro para poder encontrar la respuesta. ¿La búsqueda de respuestas conlleva la existencia de unas respuestas que hay que encontrar mediante la búsqueda! ¡Qué maravillosa es la forma que tiene todo esto de crear su propia escenografía y representación! ¡Qué capacidad de convicción tiene este concepto del objetivo futuro! Sin embargo, ese futuro nunca llega y lo único que existe es el eterno presente que permite que surjan pensamientos sobre el futuro y que se esfumen en la Claridad absoluta.
Desear la liberación no deja de ser un deseo como cualquier otro, creamos lo que queramos creer.